miércoles, diciembre 22, 2004

Yo... Hombre



Desde que tengo uso de razón mis mentiras no son las mejores, de hecho la constante practica de mi honestidad me causado más de un problema. Me atrae la idea de que una buena mentira remedia cosas que una honesta frase no pude llegar a hacer. El hecho de que el engaño sea moneda corriente en estos tiempos, hace que la verdad sea transformada en algo superficial.
Tengo 29 años, no he encontrado la explicación del por que cada uno tiende a ser tan individual en esta vida. Sin embargo llega un momento en que todos somos iguales, es el tiempo donde yo me siento uno mas, y esa tendencia ¿terminará por llevarme a ese camino?
Siento que a mi edad, no tengo oportunidad a la honestidad. Para mi no es un incentivo a abandonar mi forma de ser, lo tomo como un desafío frente a quien yo decida se merece el mote de sociedad en una persona, haciendo lo mismo que hace en mi, generalizarme.
He notado que las mujeres que he conocido solo fui honesto con las que llamo mis amigas, sin embargo no he despertado ningún libido u otro sentimiento que no sea mas del de la amistad misma que yo recuerde, sin mas las demás mujeres se retraen y las que no, sueñan en mi un ser perfecto, que al primer error me juzgan con igual crueldad, no existe un equilibrio, soy tan maravilloso para algunas que dejo de ser un hombre, o tan imperfecto que tendría que ser más maduro.
Mi punto en contra no deja de ser mi torpeza, he ahí la razón por la que una mujer busca experiencia. Si, experiencia en cosas que ya vivió, que ya se tropezó con esos llamados conflictos de pareja, por lo tanto no volverá a cometer esos errores. Creo que una mujer de mis pretensiones no quiere volver a vivir esas cosas.
No es fácil demostrar con sencillez lo que uno es, este cúmulo de vanidosas experiencias me ha hecho lo que soy. No es sano y puro esperar a ese momento llegando ignoto en experiencia, o mejor dicho, si lo es, para mi si lo es... y no es malo, es distinto y al que no le guste, que se tire a un pozo.